¿Cómo miro?
Miro como si el mismo acto fuera una posibilidad potente y en potencia. Seleccionar una porción de todo lo mirable, es como dibujar, uno pasa el dedo sobre la forma aunque no la toque, pensarle un borde es construirle una palabra a su razón. Es apropiarla. Inventarle un borde a las cosas o a los fragmentos de las cosas es mezclarlas con los ojos con que uno las mira; hacerlas ojo, es pensarlas como si fueran una palabra nuestra dicha en el oído o escrita en el boleto de colectivo.
Una palabra también es un dibujo mientras delimita y contornea, es, si la forma se ata a lo que dice o contradice, es, si la forma también interroga igual que el signo (tipo oreja) que la precede o la traspasa.
Miro a las formas como miro a lo que camina, los dueños de los cuerpos también tienen texturas y un gris particular que les crece desde algunos costados, los costados que les miro y los atiendo. Nada que pase desapercibido puede ser dibujable, lo desapercibido mientras se hace inexistente, desvanece cualquier intento de practicarle un interrogatorio, hacer de las cosas un interlocutor es devolverlas al plano de lo que es, de lo que puede ser, de lo que se podría inventar sobre su naturaleza. Inventar en torno a, es fabricar en serie posibilidades. Lo posible necesita de un espacio en blanco, un espacio suspendido y una habitación vacía.
Una línea de tinta recorre a uno de los pocos objetos que mire por primera vez como si fueran un plano de algo que yo desconocía.
Desconocer un plano, una dirección y un objetivo, es proyectarles un plano, una dirección y un objetivo para que se dejen de ser lo que desconozco.
Creer en ese plano y en esa dirección, es una necesidad muy humana por cierto.
1 comentario:
cada tanto paso por aquí, y da gusto llevarme algo así como lo que he leido.
un gusto
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