miércoles, 1 de octubre de 2014

Caer

Caer sobre rodado, en ovillo, desanudado, desnudado.
Caer como las semillas del diente de león cuando las mece el viento o el soplo. Dejar caer los deseos de a uno solo por vez. Sobrevivirlos. Después vivirlos.
Como la garúa, caer lenta y persistentemente, de a gotas, en hilos tornasolados, hasta reunirse en el espejo de agua.
El sol en lo más bajo. 

jueves, 20 de marzo de 2014

Pasillos 5

Hay pasillos llenos de niebla, transitar en ellos a veces  para desandar la sensación de naufragio.

martes, 28 de enero de 2014

Pasillos 4

Quise tragarme todo el aire, incorporar el trayecto, digerir el espacio y llegar al sitio donde desemboca el pasillo.
Los pasajes son espacio, longitud, pero sobre todo tiempo.

Es imposible tragarse las rotaciones del mundo, digerir el sol o in-corporar la órbita.

La sinestesia de los pasillos

En esa oscuridad la boca se llena de hojas muertas de acacias.
En los ojos anida el sonido agudo de las primeras gotas, las que chocan contra el primer metal que encuentran, y se escurren y caen sordas sobre el piso invisible o se evaporan, es difícil percibir la temperatura si el sol no lame las ventanas. Los pasillos son ciegos.
Abre la boca y las hojas se multiplican hasta invadirlo todo y cruje el aire, avanzar a tientas sobre ese otoño artificial, un paso y detrás de él se vuelven a cerrar las hojas en su espesura.

Las hojas muertas de acacias cumplen su don de impedir saber en que sitio se encuentra, no se puede voltear hacia su espalda para ver cuanto deja detrás de si, solo seguir, ignorando cuánto falta para el fin de ese otoño inventado.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Pasillos 3

Los pasillos no sirven para dormir ni vivir.
Sería transcurrir en la angostura. Sobrevivir en la penumbra, sin oriente y sin lunas.
Las luces solo llegan desde el inicio y desde el fin.


(esa obstinada longitud)

viernes, 13 de diciembre de 2013

Pasillos 2

Había arribado a un pasillo cualquiera, parecido a otros pasillos solo que su longitud se extendía casi al infinito. Encontré unos papeles pegados en las paredes manchadas de manos.
<¿se puede saltar al vacío dentro de un pasillo?>
En otro papel más abajo, casi como una respuesta en caligrafía de anciano.


Las marcas de las manos indican hacia el oriente o el este.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Pasillos 1

Los pasillos son una incógnita, están ahí siempre, desparramados por todos lados, sin ventanas, con luces escasas o ausentes, con olores sin definir, casi sin muebles. Estrechos, oprimentes o con algo de suerte amplios, con ángulos para girar y que la luz llegue desde lejos, desde el lugar donde desembocan o arriban o desde donde nacen, proyectando tu sombra hacia delante como un fantasma.
La duda los cubre y los tapiza, los invade, te inunda.


¿qué trae de regalo un pasillo?

miércoles, 11 de septiembre de 2013

sangre

Más allá de la sangre no se sabe que queda ni que sobra.
Se anidan las preguntas y se desandan las respuestas, como si acaso las luces llegaran gota por gota. Quizás por esa razón los amaneceres hagan su alba atravesando el color sanguinolento, para despedirse de la noche y la bruma como en un desangramiento.

Abrir paso hacia la luz es como una herida, se duele la noche vieja y oscura.

domingo, 8 de septiembre de 2013

El ritual de las palabras

Si las palabras respiran, exudan, tocan; se merecen un ritual que las haga nacer, morir y renacer, un ritual para agradecer que sigan ahí, que se paseen por la lengua y se larguen de cabeza en un océano infinito queriendo decir algo y haciéndose parte de la ola.
Inventar el ritual, armar paquetes del color del mar para guardar palabras sagradas y que ahí dentro puedan decir lo que realmente nombran. Armar otros paquetes de papel oscuro para los sentidos cambiados y las palabras rotas. Un último envoltorio anaranjado para guardar las palabras que perdonan, las que salvan, las que alumbran.



sábado, 31 de agosto de 2013

Solos

Una sinestesia hecha de palabras.
Arenoso por momentos y en otros es como lanzarse de cabeza dentro de un aguacate para acomodarse redondito en la concavidad vaciada de semilla. Morder pedacitos para que nos quepan las rodillas y los codos. Digerir el espacio que uno ocupa.
Solos para dormir, solos para soñar y solos para recorrernos la historia desde la punta de la hache hasta donde la conocemos ahora en la circularidad de la a.
Solos para todo y para nada.
Solos con nuestros pies, desandando los pasos para ver el dibujo y el contorno de las huellas, recorrer las trayectorias en el sentido que nos vaticine el tiempo y armarles un mapa para los días oscuros. Disponer de sillas debajo de algunos árboles para descansar y dibujarle algunas llanuras para atravesarlas a campo traviesa.

Acomodarse dentro de la mitad del aguacate maduro para ver solo el paisaje cambiante.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Invierno

Hibernar, mientras dura el invierno no esperar nada, dejar de esperar, estar. Dejarse quedar en esa vigilia sin noches ni días, el sueño lucido, laxo.
Permanecer aquietado con lo único indispensable, respirar.
Llenar el aire de fantasmas para despedirlos cuando el frío amengüe.

Abrazar el vacío como razón y consecuencia, amar el blanco por lo que esconde de posible.

martes, 6 de agosto de 2013

Párpados

Una ceguera definida, constante, precisa. Cegar las luces, vaciar las ventanas y acerrojar las puertas.
Jugar a las distracciones para pensar que el tiempo es una bola de estambre sin viento que la mueva, sin viaje, sin trayectoria.
Anudar la lengua hasta que el silencio la estrangula. Matar palabras y motivos con disparos consecutivos en high definition.
Languidecer, diluir hasta desaparecer. Cerrar los ojos con tesitura y abstraerse en la fantasía inalcanzable, sumergirse de cabeza en una cinta infinita de imágenes que pasan antes de poder mirarlas, viéndolas y olvidándolas en el mismo segundo y a una pulsación de quince canales por minuto en un impecable ruido Dolby digital.
Abrir los ojos, y andar las horas como si fueran años, detener el paso para ver como cambia el cielo mientras la tierra sigue su órbita infinita, frenar el tiempo necesario hasta aprender los caprichos del dibujo de la madera o la ubicación exacta de las manchas de la pared. Callar para parir palabras espesas, con alas o muy terrenas, silenciar para escuchar.
Dedicar el tiempo como si fuera un regalo.

En los párpados se agazapa el mundo y espera.

domingo, 5 de mayo de 2013

Otoño


Los estados del tiempo hacen su excursión por los costados más inverosímiles del cuerpo, en el otoño se te va el verde de las manos y se deshoja la columna, las vértebras desnudas y la panza llena de hojas secas.
En la garganta duerme el invierno que no llega y los pies se olvidan de la tersura del campo.
Los ojos se entretienen oteando el horizonte, buscando sol y de noche buscan el sol dentro, en las piernas se agazapa alguna luna y algún planeta; en el sexo te anida alguna de estrella, de esas que no nacieron todavía.

sábado, 20 de abril de 2013

Abierto en disección


El espacio empecinadamente vacío abierto en disección, al rasgarlo no le nacen palabras ni música; solo el estertor de los cadáveres exquisitos, de las palabras rotas con el sentido cambiado.
Hundiéndole los dedos exhala lo quebrado. 

jueves, 18 de abril de 2013

Invenire


Hay días que debajo de la puerta aparecen de regalo palabras latín invenire, "encontrar"> arrancadas de un cadáver exquisito o escapadas por azar, son una marca invisible hasta tropezar con ellas; para eso nacen los que buscan, los que dudan, los que se frenan y se apartan, los que se retiran; para ensayar otros posibles; invenire y se inunda la nariz de olor a pasto recién cortado y a paso fresco; invenire y el mundo es en ese segundo un pliego blanco, vacío, inabarcable, caben todos los posible y se ausentan los jamases.
Invenire es ser en el mundo o encontrarlo.

domingo, 14 de abril de 2013

El silencio


El silencio los días pares regala una especie de idioma, 
incorpóreo, impalpable.
El silencio es la lengua de los despertares; escucharlo es como salir del ostracismo.
Oir el blanco vacío que reverbera es una especie de ventana. 

jueves, 4 de abril de 2013

Untitled


El sonido puede partirse al medio.
De la boca hacia adentro de la lengua, se parten las palabras y lo que nombran.
Desde las palabras hasta lo invisible se quiebra todo.

miércoles, 3 de abril de 2013

Sinestesia de la invisibilidad


El espacio se amplifica, palpita en sordina y se te acompasa con el corazón, en ese segundo se te llenan la boca y los ojos de nubes, y en una garua lenta y duradera te desprendes del mundo y el cuerpo se te hace aire. El viento de la ventana te atraviesa y se desbaratan las grullas que llevas dentro. Las grullitas de los deseos, las palabras redondas, los olores caprichosos y la risa sonora.
El viento atraviesa y se frena en la pared, en alguna de las muchas, de las incontables, de las infinitas.

domingo, 3 de marzo de 2013

sense


Ablandar hasta ondular, ondular hasta recorrer, recorrer hasta traspasar, traspasar hasta superponer, estar, hasta caer rodando por los bordes de las camas, con la cordura laxa, con la tarde de almohada y la noche de abrigo, caer rodando hasta los sueños olvidados los días pares de todas las fases lunares, de todos los años, de toda la edad.

miércoles, 27 de febrero de 2013

martes, 26 de febrero de 2013

Dudas


Ser un abismo con una veladura oscura, regalar palabras para que se pierdan en el aire irrespirable, palabras engullidas por el ruido transformándose en la nada misma.
El cielo se partía en trozos y se pega en un abismo con una veladura oscura.
Estar reconquistando de a ratos la tormenta para no olvidar las dudas.

sábado, 16 de febrero de 2013

Piel


Desarmar la casa,
descamarse,
quedar en carne viva.

Habitar es construir a pura magia esa otra piel, donde se trasluce ese mundo que uno lleva consigo adonde vaya; esa piel es la razón del arraigo o el desarraigo, del exilio.
Sin esa piel transformándose en paisaje, en casa, es como si te perdieras en un mar de tristeza sin ventanas. 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Mudar



Repasar los estantes, los intersticios, hallar fragmentos de historias en papelitos recortados, cartas perdidas.
Plegar el paisaje interior y anotar por que costado sale sol. Caminar este pedacito de mundo diminuto para inventarle una despedida, llena de olor, color y textura. Releer la poesía que se marcó en las paredes y los dinteles de las puertas. Acariciar las ventanas por donde se hizo de días todos los días, por donde aspiras el aire a bocanadas los días normales y los meditabundos, los días donde apoyas la nariz en el vidrio para ver y sentir llover. Abrazar los rincones donde te sentas a dibujar lo que el mundo ofrece o a ver con las manos lo que tu cabeza se resiste.
La casa es una piel, mudar es cambiar la piel dorada por el mismo sol.

martes, 12 de febrero de 2013

Vacío


Días donde la piel se te hace de aire y todo te traspasa, el viento te revuelve y te vuelve armar.
Esos días son como si no existieras, como si los otros te inspiraran y te exhalaran mecánicamente, sin conciencia, sin sentir la bocanada, sin nada.
Esos días son para andarlos y olvidarlos de a poco, son los días de la desmemoria y del vacío.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Los ojos y la lengua


La lengua a veces desconoce tu propia voz, los oídos a veces desconocen tu propia música y también su falta recién nacida como silencio.
Los pies a veces no saben cuál su lugar, si el pasto que se pisa, los espacios construidos en el tiempo o ambas cosas.
Cerrar los ojos, a veces es mirar para adentro sin saber que paisaje se abre, a veces se trata de dejarse asombrar y los días pesimistas se trata de frustración.
Esos ojos cerrados son la paradójica abertura.
La lengua ensaya algún sonido aunque no se acerque a la palabra ni la acaricie.
El oído espera mientras el viento lo mece.

Sinestesia III


Un bocado de durazno esperando en tu garganta que el tiempo lo madure para que se deslice suave y aromático.

domingo, 28 de octubre de 2012

Números

Cero, cero y uno, uno, uno y uno, dos.
Dos con cuatro manos, dos bocas y cuatro orejas.
Cuarenta dedos, cuatro ojos, dos panorámicas y un par de lentes.
Una mesa, un sillón y cinco sillas.
Uno, uno y uno, dos. Dos gracias cada una sentada en su sitio y a los pies un mar de historias minúsculas ataditas de a pares y por los ciclos de sus olas.
La gracia, el mar y las olas no se cuentan.

sábado, 27 de octubre de 2012

Apertura

Cada dos o tres respiraciones el espacio de ensancha y se contrae pegándose a nosotros, lamiendo las imperfecciones hasta dejarlas lustrosas como madera de roble claro, viéndole el dibujo de las vetas, hacia donde van, donde se condensan en el nudo y donde la madera con el tiempo abre grieta. Cómo amar la grieta, es la razón de los días, incluso si llueve y la humedad le da ocasión para la apertura.

miércoles, 8 de agosto de 2012

re-cordis

Una sierra de minutos para abrazar el aire. Te inunda la nariz el olor, el perfume de la ropa limpia cuando se seca al sol. Recordar, viene del griego re-cordis; significa volver a pasar por el corazón. La ausencia hace su viaje a pie recorriendo la sierra, el abrazo lejos de arrastrarte a la nada, te devuelve al mundo. Acicala los gestos. Te ves de nuevo y estas ahí, estas acá, como prolongación y quiebre, como otra sierra, como parte del paisaje.

viernes, 15 de junio de 2012

El sol

En un segundo preciso y definido el sol se acuesta sobre la línea horizontal donde el mundo acaba y te enceguece. Te liquida en el fulgor donde se olvida el pasado y el futuro, en la ceguera solo estas hoy y acá, en el destello cabe el tiempo minúsculo donde reside el milagro, desdoblarte, abrirte, desovillarte y desanudar lo amarrado con demasiada fuerza a la memoria y sentirte los pies en ese fragmento detenido del mundo. Desaparece el después, y pareciera que no existe la palabra y es incorrecta si existiese, en ese estado. Estas habitado solo por el fulgor que nace desde el sol y se abraza con el otro fulgor, espejado desde tu columna. Consumado ese abrazo llega la noche.

jueves, 24 de mayo de 2012

Pájaros

Pájaros, de papel, dibujados, plegados, con alas traslúcidas y apenas recortadas para vislumbrarles los vuelos. Pájaros negros, con cuerpos de tinta satinada y en un desliz de hermosura verlos degustar con parsimonia los gusanos dorados. Pájaros negros para recortarles las siluetas de ébano cuando el sol los mece por detrás y los eclipsa. Esos pájaros que el sol esconde de noche para hacerlos invisibles.

lunes, 7 de mayo de 2012

Leve

Flotar de a ratos, perder el peso de los pasos con su cadencia cansada. Andando, dejarte caer los equipajes atados al cuerpo en su estructura más terrena. Deslizarse casi al ras del suelo, en un vuelo apenas perceptible para no destrozar las hojas secas de los fresnos amarillos.

miércoles, 25 de abril de 2012

Frío

Entre el frío que empieza a trepar por las manos para hacer nido en el cuello te doblas para adentro para ver lo que no ves cuando miras al frente en primavera. Ovillarte en alguna concavidad entre el cuerpo y la almohada para soñarte largo y adivinar que quieren decirte los paisajes vacíos o las tazas.

domingo, 15 de abril de 2012

Abril

En todos los abriles se condensa el tiempo, un día entre muchos para saber como envejecen los abrazos. Una medida para sentirse como cambia uno en el mundo o como lo cambia a uno el mundo mientras pasa todo, o todo queda. Cómo se quedan abiertos los ojos o se cierran para hundirse en la ceguera. Un día entre muchos para saber cómo el tiempo pasa por dentro abriéndose en canal.

domingo, 1 de abril de 2012

()

Querrías ser de algo más blando que vos mismo para darte una vuelta entera y verte el cuello despojado del tiempo y que los días sucedan en otro sitio. Querrías ser casi una cinta para atar tus contradicciones y no perderlas por ahí junto a los papelitos de caramelos. Querrías ver tu revés para hacerle una cartografía del relieve y de los nudos, porque costado te peina el viento o te azota el temporal. Por donde te sale el sol.

viernes, 30 de marzo de 2012

Otoño cotidiánico (sinestesia s/n)

Todavía no se han teñido las hojas de naranja, ni se vislumbra el oro en el aire pero los atardeceres son perfectos, el sol se te monta en los ojos sin cegarte, te pide despacito al oído que lo lleves a cococho a la plaza, a pasear un rato que ya ha estado demasiado tiempo colgado ahí arriba. El día se elonga hasta el anochecer y andas como espirituado queriendo asir el olor a canela de la estación dilecta, deslizándote en puntitas para que no se te escape nada, ni perturbar la hibernación de los pastos.

martes, 20 de marzo de 2012

High Definition

Una imagen te abraza, en realidad millones, millones de postales en una definición que hasta tus ojos ignoran. De pieles tersas solo tenes una vaga sensación en la punta de los dedos, el sentido más abatido de todos te empuja al olvido y casi no recorres cuerpos ajenos; la postal obra las veces de cuerpo y lo logra los días impares de casi todos los meses. La imagen desvanece la memoria que anida en tus otros sentidos, las sensaciones se pierden en el asalto suicida HD y la sangre estrolada se deforma hasta adquirir una realidad estroboscópica. Caerte y hacerte un raspón común y corriente te parece un error de protocolo, esa zona surcada de líneas paralelas y sanguinolentas y que duran un segundo te hacen sentir un desplazado, un excluido del high definition mientras te sacudís la tierra del pantalón. Una cámara capaz de robarte el alma solo cuando sonreís, promueve la desaparición de los gestos concentrados, las caras de nada y los ojos perdidos en algún cuento o en el hastío más cotidiano del que sos capaz. La realidad se vuelve pornográfica, cuando precisa dosis superlativas de brutalidad para arrancarte del sopor. No concebís hallar al viento que te revuelve el pelo como placentero si una cámara no registra esa parte del aire. Sutil quiere suicidarse y la high definition le da su Smith&Wesson de 38 mm.

sábado, 11 de febrero de 2012

Bisagras

Segundos partidos, donde la historia se te quiebra en la bisagra que hace los pasados y los futuros. Una historia que te excede. Historias plurales llenas de encrucijadas, cortes, quebradas y alguna loma suave para ver la tarde o un balcón. Sentir en esos otros la extensión del paisaje, sentir lo que obra la omisión, la ceguera, la distancia y la locura. Sentir en esos otros, que la bisagra no tuerce el pasado pero si puede hacer crecer un puente blando para dar entorno a los días que no nacieron todavía.

domingo, 29 de enero de 2012

Sinestesia II


Querías durante ese rato ser parte del viento, la longitud en movimiento y extender los brazos con las manos hacia arriba para sentir las nubes grises.
No precipita; sucede, como suceden las horas. La nube gris se deposita como si fuera un pájaro que baja para comer.
Es la bruma.

jueves, 5 de enero de 2012

Días


Días cualquiera, días imprescindibles, días quebrados, días verdes, días y más días.
Los llevas de a montones, enrollados, en cajas, en paquetes, sueltos con la hora de la tarde de cara al viento.
Los llevas ordenados o revueltos; por azar, por contingencia, por ganas, por hastío.
Hay días pesados que te parten la espalda, hay días donde el cuerpo se te hace pez y sos leve.
Esos días te dejas flotar en el río para que a la hora de la tarde, el viento se haga azar.

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Córdoba, Argentina
Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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