viernes, 30 de marzo de 2012

Otoño cotidiánico (sinestesia s/n)

Todavía no se han teñido las hojas de naranja, ni se vislumbra el oro en el aire pero los atardeceres son perfectos, el sol se te monta en los ojos sin cegarte, te pide despacito al oído que lo lleves a cococho a la plaza, a pasear un rato que ya ha estado demasiado tiempo colgado ahí arriba. El día se elonga hasta el anochecer y andas como espirituado queriendo asir el olor a canela de la estación dilecta, deslizándote en puntitas para que no se te escape nada, ni perturbar la hibernación de los pastos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo ya estoy usando la térmica de algodón y manga larga. y por las calles voy con la bici en zig zag pisando las hojas: 'crr, ak'.

un beso.

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Córdoba, Argentina
Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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