viernes, 18 de julio de 2008

Sucedidos en capítulos

Un adorno de dientes en la cara, brillando como un collar de plata, encandilando a quien lo mire.
La sonrisa suele ser un atributo que no perpetuamos con frecuencia, deberíamos.


Esperaba mi turno y nos vimos durante un rato, sus modales eran una caricia certera sobre los restos del amor.


El cuello bien erguido, inventando una altura inexistente.
Como una medialuna dulce suele ser la boca mientras son las risas.




Me cebó unos mates y ese es un gesto soberano, omnipotente. El pan que acompaña o que falta, son como los ojos. Te ves, te devoras. Te veo. Benteveo, bien te veo. Sobre el borde del frasco de yerba se veía reflejado un pajarito de papel.

1 comentario:

luks dijo...

nadie sabe quien es, que pasa, pero se sabe que pasa de todo
que bueno este teodorak

saludos

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Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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