miércoles, 9 de julio de 2008

Untitled

En ciertos ángulos, mi anatomía pareciera ser un reflejo idéntico del suyo.
En los ángulos inciertos yo vuelvo a ser yo.
Si me miraran desde arriba de una silla, en contrapicado se abalanzan las imágenes mezcladas, no está contra el que si está. Bajo los ojos, puedo ser una alucinación o la que soy, después de todo.


Me quiere a mí en la incerteza o quiere la certeza de ese recordatorio que tengo pegado en mi contorno.
¿Cuántas personas hacen falta para que uno se parezca a uno?

2 comentarios:

silente dijo...

Desde mi punto de vista :"una". El punto es econtrarla

Anónimo dijo...

la quiero por dentro y por el contorno.
la quiero porque es lo unico que se hacer con usted.

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Córdoba, Argentina
Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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