La escuela después de un arduo receso o una solapada desaparición, reabre sus puertas.
Abordaremos en plenas vísperas los tópicos: odio la primavera, corte todas las flores y haga pelear a todos los novios, reflexión sobre la influencia de Alex Ubago en los viejos nacidos en las década del sesenta, revolución y romanticismo.
En la salita tus ojos son dos luceros, los asistentes harán un tallercito de flores de origami en papel carta.
La oferta deliciosa de esta temporada es el módulo: pequeños comensales, cocina para principiantes. Consta de una descripción poética de las vivencias en torno al arroz con leche (menos la célebre canción); pequeñas delicias leídas del recetario las mil y un tostadas. Contigo amor, pan y cebolla comiditas afrodisíacas para amantes proletarios.
Se oye el rumor de los chicos en la calle, olor a sudor y abrazos de viejos desconocidos, el Buenavista es la cantina de la escuela.
Para el primer día de clase, se ruega no venir con guardapolvo y traer para la señorita el dibujo de una manzana deliciosa.
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