domingo, 28 de diciembre de 2008

(...)

Se repitió tres veces la misma sucesión, di tres respiraciones a mis costados más inermes.

El primer número se repite todas las veces posibles y si miro el reloj me asusto porque nada se detiene frente a mi, todas las esquinas son ninguna y sin cruces me pierdo en ese mar de esquinas que llamamos ciudad.

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Córdoba, Argentina
Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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