lunes, 7 de noviembre de 2011

Nada y Pessoa


Dice Pessoa en uno de sus poemas más precisos, “sentir es andar distraído” y querés hacer del cuerpo una ocasión de la experiencia.
En nada, pensar en nada y dejarte andar por los cordones, las veredas, las aristas del patio, el olor de la planta de incienso que se te pega a la piel.
Domesticarse, puede ser hacerse uno con la casa (domus) y vivirla y sentirla explayarse por esas paredes laxas, blancas, vacías, espaciosas.
Has pensando demasiado y sentido poco, bien vale hacer carne el verso de Pessoa y distraerte en la belleza imperceptible, en esa brisa sutil que te limpia de hastíos, el tiempo es este, así, de esta manera, de este modo y ningún otro. Hallas el sosiego por el lado menos improbable y ese es el regalo del día, una casa fragante de haberla andando tanto.
Agradecer el cuerpo ligero, liviano, leve, volador es una humana liturgia que te vuelve y te envuelve.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Escribís TAN lindo, Teo! Bellísimo.

Y este tema que me toca tan de cerca....

abrazón!

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Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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