domingo, 20 de enero de 2008

561 en casa nueva

Venía con una mochila de esas grandes, no me olvide la caja de fotos, el cuentahilos, la cajita roja de micorenperlas con todas las puntas de plumón que me confisque como herencia prematura. No hace falta morirse para heredar, hay veces que si. Medios apretujados puse muchos cuadernos, los que tienen escritas solo las primeras paginas o las ultimas con anotaciones boludas. Ropa, no. Hace mucho calor sabes, en esta ciudad tan grande, si me voy me voy con lo puesto y si después hace frío veré.
Descolgué el cartel del número y con cinta pegue uno para que me pueda seguir el rastro el perro del frente, al papel le pegue un dogui y en mi casa nueva tengo otro justo debajo del timbre.
Los domingos son para mudarse y los lunes para acomodar, mire para arriba y la casa seguía hasta donde la luz nos pasa.
Hay que baldear y abrirla, tiene olor a encierro. Fresco de las ochodelanoche para mi, no resigno al mate.

(los convido)

3 comentarios:

Sol dijo...

uy.. que lindo.. los cambios... A desenpolvar entonces...

maria a secas dijo...

Los domingos son para mudarse y los lunes para acomodar


yo los domingos me mudo a alguna otra parte de mi, los lunes acomodar me da fiaca...


mmmmmm

¡ !

emd dijo...

y qué ricos deben estar esos mates, mientras se baldea y se ventila.

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Córdoba, Argentina
Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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