Nombramos a mi abuela y a los dos nos brillaron los ojos.
Me acorde que te conozco desde que yo era una niñita con trenzas, vos ya eras grande.
Ahora somos casi de la misma edad, salvo por los años de ventaja que me llevas en noches dormidas.
No pienso porque asi pierdo la levedad. Sintiendo solamente me hundo en el fondo del mar.
Debo tener peces adentro, en la transparencia de los pies me vi las siluetas de las piedritas blancas
1 comentario:
qué hermoso... me encantó.
era eso nomás, y saludos.
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