La cabeza le pesa al cuello.
De las orejas debieran crecerme unos hilos para amarrarme bien alto y estirar. Estirar el cuerpo para que crezca, que se haga mas grande y esponjoso, que al partirlo le salga un humo sin color y con olor a mi.
Que al hundirle las palabras dentro, se diluyan como la sal en el agua. Que las palabras se ablanden en los intersticios que se fabrican entre letra y letra, que la última se anude a la palabra que le sigue y la completa, asi hasta el final.
Quiero tener una historia dentro abolladita como una almohada blanca con lunares verdes y violetas.
sábado, 17 de mayo de 2008
Untitled
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Datos personales

- Teodoradorna
- Córdoba, Argentina
- Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores
1 comentario:
hermoso palabrerío el suyo. Lindo pasar por acá.
Salú
Publicar un comentario