I
Soñé que abría la boca muy grande. Cabía un mundo, dos barrios, diez casitas y un fresno.
II
En la lengua, una mesita baja de cedro.
III
Las tetas eran la música posible. Un índice, delicadamente acariciando su perímetro, es aguda la nota y grave la palabra. Un preludio.
IV
Sobre la mesa había dejado lo que sé // hoy quiero lo que ignoro.
Dejarse ir.
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Datos personales

- Teodoradorna
- Córdoba, Argentina
- Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores
1 comentario:
y un boleto al estertor, a la sorpresa, en la barranca de cada palabra...
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