Reconstruir una imagen, evocarla, hacerla suceder, nombrar un estado y darle la mano, un abrazo.
Un sonido, la cadencia, una voz que se hace cinta en la sinuosidad del agudo al grave. Ondular a ojos cerrados, la ciudad en estado de excepción enmudece y solo es de noche.
Arqueo la espalda hacia atrás y me veo la historia, la habitación se ablanda en la sinuosidad que eso provoca, y soy en ese instante el lugar de todos los pasados, el territorio de las batallas perdidas.
Como una postura imposible para mi cuerpo, mi espalda es circular, lo deseo. Rodar en la pendiente hasta la llanura, la vastedad, quedar tendido, erguirse vertical y estirar, elongando lo inconcluso.
sábado, 27 de junio de 2009
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- Teodoradorna
- Córdoba, Argentina
- Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores
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