(encontrando a Facundo)
No podés estar tan parecida a tu vieja.
Le di un beso y doble rápido en la esquina, mis ángulos, mis canas, mi estar buscando casa. Un barrio ajeno.
Ahora lo entiendo, la casa es uno, allá va estar la silla vacía y la llena, la mía, la de la otredad. La otra edad, esta donde ha pasado el tiempo y la ausencia se despide del abismo.

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