lunes, 22 de febrero de 2010

inmemorian sinnumero

Sino sobra, falta, si excede es un exceso y si prudente falta de audacia, vuelo y soltura.
Lo preciso, lo precioso, lo que hay es una nada de arena en la inmensidad del mar, ser de arena, el viento siempre la va a desperdigar, se pierde irremisiblemente en ese anonimato que poco tiene de sagrado.
Verse, un vendabal tan poco propicio. De lejos es la brisa más tenue y más sutil, la que desenrieda el pelo, la que hace posible la visita a la plaza en pleno verano. De cerca no, el viento en la arena se lleva hasta el castillo con murallas de piedras blancas y puentes de árbol, oigo el silbido y ya no veo nada, no veo y se va la primera torre, la segunda y la duna, de tantas me he perdido.
La lluvia es sagrada porque afirma lo terreno.
Si llueve esta noche sigo aquí.

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Córdoba, Argentina
Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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