Los que han soportado este blog desde el prinicipio de los tiempos, los que ya hemos pasado por la etapa de la cofradía, los comentarios y respuestas que exigian seguir de blog en blog como quien le daba por la rayuela, la noticia es decepcionante. En el día de la fecha, Marta, garganta con arena y/o tu muñeca terapeuta, ha muerto; a causa de un vil beso y manoseada concomitante por parte de una mujer borracha y loca. Y muere ese pichón que nos invitaba al diván, hemos muerto nosotros con ella en la parte de esas noches que entre ficción e introspección andabamos con ganas de entender al mundo.
-doctor, oígame doctor!. ¿que hacemos ahora, con la parte inconclusa, con esa cosita incierta de los días de humedad?
-sencillo estimada, pruebe con los cactus o las tazas de té, quizás eso sirva, siéntese en la cañada o en alguna plaza, puede que también funcione. Para entender al mundo hay que estar en el mundo.
(desaparecen)
Marta, nuestra terapeuta preferida, la de cara blanca y vestido verde, la muñeca del diván de cartulina, muere a la locura por la locura misma.
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