Coral para mi pequeño y lejano pueblo (saluzzi)
Abría ventanas y en algún rincón secreto huía de ese recorte del paisaje posible.
Te veía abrir ventanas y pasar por ellas como si nada y yo quería algo de eso. Abrazabas esa parte tocada por azar o por búsqueda y como era posible el abrazo, también sabías dejarlo al aire.
Abría ventanas y volvía sobre las abiertas para mirar de nuevo, cotejar el cambio en mi ausencia o quizás la repetición más cruel, de una forma solapada eso es también huir.
Tu nombre había sido desde el principio lo más querido de los días.
En alguno, o en el que le siga a este voy a tener que cegar esas ventanas donde las quebradas ya son parte de ese terreno imposible y el valle ya no es lo que había sido en otro tiempo del verde.
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- Teodoradorna
- Córdoba, Argentina
- Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores
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