jueves, 14 de octubre de 2010

Las hormigas han vuelto en invasión despiadada y la verdad que entre esta batalla sin cuartel cuesta hilar dos o tres textos juntos y la poética se ve que es tan ineficaz como la k-otrina.
Pero para ser más honesta, los minitextos se merecen un tiempito más para ordenarlos y habilitarles con ramas de árbol una casa nueva, quizás algún rito inaugural que obre las veces de álter ego del año nuevo o algún festejo que conserve ese sentido, quien sabe tal vez sea el momento de urdir un festejo bloguero .
Paciencia dicen las viejas y le prendo velas a los santos para ver si las hormigas me dejan concentrarme.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Qué divinor esos bichitos!

abrazo!

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Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores

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