Agua, líquidos, humedades.
Pequeños torrentes en y alrededor.
Líneas sinuosas y uno tan quietecito que pareciera que hasta somos capaces de transformarnos en piedras, re-hacernos en un acantilado de azares incomprensibles.
Correr por debajo, por encima, por alguno de nuestros múltiples lados.
¿si hacemos de nuestra forma el lecho, cómo ocurre el segundo donde nos hacemos extensión?

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