Suena con un ritmo atípico, como una música de niños para los que ya no son, para los que flotan.
Quisiera flotar mientras dura.
Las cosas interpelan o llaman a los que las miran y las miro mucho, mi idioma no se entiende, como tampoco comprendo la redondez de la palabra cuchara.
Dejarse ir en esa sucesión sonora que hace las veces del tobogán, hamaca, columpio y trepador; los árboles son otra cosa.
Las voces sin decir son una música constante.
Cuando no se escribe se debe oír. De una oreja a la otra se distingue un hilo claro y traslucido.
Evocar sensaciones, estados del cuerpo, de los ojos yéndose a puntos inciertos del paisaje o de cualquier habitación de esta casa.
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Datos personales

- Teodoradorna
- Córdoba, Argentina
- Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores
1 comentario:
i just loved this one
todavía lo hago...
thx!
L
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