Nunca se sabe todo, apenas la parte y se desconoce a plena luz.
Un oráculo definido, el chino sabía de mi, como yo del sentimiento que acaricia la moneda y la tira sobre la mesa.
Gracias, le digo.
Me tapo los ojos con un pañuelo y sigo haciendo desnudas, desdudas, desanudas. Desnudarse es alumbrar.
Gracias.
Era un pez nadando en el medio de la noche.
1 comentario:
"apenas la parte y se desconoce a plena luz", qué bueno, teo.
va y viene el mismo pez
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