De a uno, cruzaban los pasados todos mezclados, superpuestos, sin tiempo ni lugar. Esas que ya había sido y desechado en parte, esas que fui y que no soy, esas de los días por venir. Esa conciencia de barro ablandado a pura lluvia, la contingencia del error que corrige el azar.
La reunión de los pedazos para ver la secuencia del fragmento, eso que se acaba en cada muerte singular, el gerundio que hace la veces de abrazo y mesa en esa reunión del que mientras es ya fue y sigue siendo y no es todavía lo que espera.
1 comentario:
"y sigue siendo y no es todavía lo que espera", qué grosa
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