Leda de mi amor, hacerse puente, algo de eso tienen los días.
En algún momento, uno se para sobre si mismo para volver al río.
Siendo puente te vi pasar, mis saludos al mar que ignoro, el de más adelante, el de la vastedad, el que no se interrumpe en su horizonte, el que sabe y se deja ser y estar en el ciclo de las olas.
En algún momento, uno escoge su punto más alto, su humanidad más sobresaliente para volver al río, la distancia acomoda el cuerpo en su sinuosidad más propicia, para hacerse parte sin romper, sin interrumpir, sin fragmentar.
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- Teodoradorna
- Córdoba, Argentina
- Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores
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