Habíamos andado con los sueños confusos, en el desorden de la almohada los monstruos eran de una ternura abrumadora y el pasto húmedo de la mañana el lugar indicado para dar los primeros pasos.
Empezábamos todos los días un poco más que ayer.
Desperté y no terminaba de dejar tras de si los fragmentos de los sueños. Descalza puse la pava para los mates matutinos y salí afuera, la planta exhalaba una sombra que parecía un fauno u otro bicho de esos que meten miedo. De cara al sol tenía once brotes para estrenar.
El miedo es una construcción como las casas, los edificios, los castillos o alguna muralla.
viernes, 28 de enero de 2011
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- Córdoba, Argentina
- Del blanco, al blanco tenue, al blanco tiza y al alba. Después los colores
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